La
marihuana podría ser la clave para frenar al Covid-19: investigación
Ante
la pandemia que se vive por el Covid-19, miles de científicos de todos los
países se encuentran en la búsqueda de una cura o un agente que
detenga el brote que (hasta este 9 de mayo) ha infectado a más de 3
millones 950 mil personas en todo el mundo.
Ahora,
un nuevo estudo ha reveleado que los extractos de cannabis tienen
potencial para que las personas generen resistencia contra el nuevo coronavirus,
esto de acuerdo con un investigador de la Universidad de Lethbridge en Alberta, Canadá.
Marihuana
y sus resultados prometedores
El
equipo de investigadores analizó aproximadamente 400 cepas de marihuana, y
de ellas, una docena arrojó resultados prometedores para que el
cuerpo humano sea menos propenso a funcionar como incubación del virus.
De
acuerdo con el biólogo Igor Kovalchuk, quien fue entrevistado por el
diario Calgary Herald, sus resultados apuntan a que varias de esas prubeas
apuntan a que la cannabis ha reducido la cantidad de receptores (del virus) en
un 73 por ciento, haciendo que la probabilidad de que el Covid-19 se instale en
el cuerpo sea menor.
El
cannabis, "esencial" en tiempos de pandemia en EE.UU.
Cuando
San Francisco se convirtió en la primera gran urbe de EE.UU. en decretar una
orden de confinamiento por COVID-19, en un primer momento cerró los
dispensarios de marihuana. Apenas unas horas más tarde rectificó. El cannabis
resultaba esencial y los dispensarios podían seguir abiertos.
Esta
misma guía ha sido adoptada por Los Ángeles, Nueva York, los estados de
Illinois y Colorado, y tantas otras Administraciones del país que han impuesto
restricciones al comercio para hacer frente a la pandemia: los dispensarios de
marihuana, como los supermercados y las farmacias, deben seguir abiertos.
El
fenómeno resulta cuanto menos curioso si se tiene en cuenta que el consumo y
cultivo de cannabis sigue siendo ilegal a nivel federal en EE.UU. y que,
incluso en el caso de los estados donde ahora es legal como California, su uso
para fines recreativos no lo era hasta hace dos años.
LA
JUSTIFICACIÓN MÉDICA
La
razón oficial que están dando las autoridades locales y estatales para
considerar los dispensarios de marihuana como negocios esenciales y que, por
tanto, pueden seguir abiertos, se centra en las aplicaciones médicas y huye de
menciones relacionadas con fines recreativos.
"El
cannabis es una medicina esencial para muchos residentes de San Francisco. Los
dispensarios pueden seguir operando siempre y cuando mantengan las prácticas de
distanciamiento social y otras recomendaciones de salud pública", ha sido,
por ejemplo, la justificación dada por las autoridades de la urbe californiana.
Aunque
los beneficios precisos de la marihuana siguen siendo objeto de debate entre la
comunidad científica, existe consenso en que, por lo menos, sirve para aliviar
la sensación de dolor, tratar las náuseas derivadas de un proceso de
quimioterapia y los espasmos musculares de los pacientes con esclerosis
múltiple.
Además,
es efectiva para rebajar la ansiedad, algo que cobra especial relevancia en
unos días duros emocionalmente a causa del coste humano de la crisis sanitaria,
la incertidumbre económica y la reclusión forzada.
LA
EQUIPARACIÓN CON EL ALCOHOL
En
paralelo a ese uso con fines terapéuticos en los últimos años ha habido un
cambio de percepción.
"Creo
que el cannabis está empezando a tener la misma consideración social y política
que el alcohol", explica en una entrevista telefónica con Efe David
Lonsdale, el consejero delegado de CanaFarma Corp, una empresa con sede en
Nueva York especializada en la manufactura de productos derivados del cáñamo
(una de las variedades del cannabis).
Este
cambio de mentalidad, tanto entre el público general como entre la clase política,
se está produciendo a un ritmo vertiginoso (hasta hace ocho años, ningún estado
había legalizado el consumo recreativo) y, por tanto, reflejarse en la
industria del alcohol también resulta útil de cara a su regulación.
"El
otro día recibí un correo electrónico de una licorería en la que compro
habitualmente, donde se alegraban de haber sido clasificados como negocio
esencial. Las industrias del licor y del cannabis siguen caminos
convergentes", se muestra convencido Lonsdale.
UN
PRECEDENTE PARA OTRAS CRISIS
Tanto
si se trata de criterios estrictamente médicos como de la respuesta de una
sociedad que ya se ha acostumbrado a convivir con el cannabis, haber recibido
la etiqueta de "esencial" durante la presente crisis supone mucho más
que un alivio temporal para las 240.000 personas que se calcula que esta
industria emplea en EE.UU.
La
decisión de las administraciones sienta un precedente que normaliza por
completo el sector y lo carga de argumentos para mantener el mismo estatus
frente a futuras crisis que no sean estrictamente sanitarias, pero que también
obliguen al cierre de negocios como un huracán u otros desastres naturales.
"Yo
estaba en San Francisco cuando ocurrió el último gran terremoto en 1989, que
derrumbó casas y puentes. Son situaciones extremas, en las que la gente se ve
superada por el estrés. Creo que negarles la ayuda que el cannabis puede
proporcionar sería un paso en la dirección errónea", concluye Lonsdale.